viernes, 11 de marzo de 2011

Cuquiconversaciones telefónicas I



Diálogo telefónico de la serie Mentes Criminales (el cuquicapítulo no sé cuál de la cuquitemporada nosécuantos).

Derek Morgan: Penélope, dime algo que me alegre el día.
Penélope Garcia: Eres un escultural dios del trueno esculpido en chocolate.
Derek Morgan: Pero dime algo que no sepa.
Penélope Garcia: ¿Que soy golosa?

Ahi es nada. Y es que las series televisivas de antes y de ahora están trufadas (je), de cuquidiálogos. Éste está sacado de una serie en que unos detectives se dedican a perseguir a psicópatas y criminales desalmados a quienes quizás sólo los de alguno de los miles de CSI que hay por el mundo o Dexter serían capaces de capturar. ¿Se puede tener una conversación más cuqui entre tanta muerte y desolación humana? Menudo ambiente de trabajo más cuqui.

Aún voy a añadir algo más: ¿vosotros conocéis a una informática más cuqui que Penelope? ¿Un puesto de trabajo con una mesa más cuqui? Yo no, y eso que Penelope es de mi gremio. Penelope Garcia sí es cuqui. Una Penelope cuqui de verdad. No como Penélope Cruz: mi candidata a aspirante a personaje no-cuqui del mes. Todavía sueño en mis pesadillas más terribles con aquél chillido taladrante de "¡Peeeeeedrooooooo!"

Run to me, en cuquiversión de...

Aunque no son de los ochenta, se me ocurren muy pocas cosas que puedan acreditar los niveles cuquicuánticos que llegaron a alcanzar los Bee Gees en los setenta. Temas como New York mining disaster 1941, Massachusetts o Words rayan a unas alturas de cuquicidad que se me antojan casi insuperables. Y digo casi porque es muy posible que Run to me sí que logra la proeza de superarlos, siendo seguramente una de las más grandes cimas de lo cuqui en toda la historia de la humanidad. Pero aunque parezca mentira, incluso en la antesala de la cuquiperfección absoluta se puede aun rizar más el rizo: ¡Run to me cantada por el boxeador Oscar de la Hoya! Ver para creer; más que una cucada, y me váis a perdonar el exabrupto, una auténtica mariconada de la que tardaréis/tardaremos décadas en sobreponeros/sobreponernos. Antentos al modelito que luce el Golden Boy ¡¡¡Dios, cuanta maldad hay en el mundo!!!